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Estimado colegiado/a

Desde el Colegio de Médicos de Zaragoza somos conscientes de la situación grave que soporta en estos momentos nuestro Sistema Nacional de Salud y, sobre todo, la situación tan preocupante que se está viviendo en los centros sanitarios de Aragón. La segunda ola de la pandemia por COVID-19 está descontrolada y la aplicación de medidas desde el punto de vista sanitario, entendemos, está siendo fragmentada, incompleta, y en ocasiones descoordinada.  

Una evidencia que impacta en la sociedad, en la economía, y en la sanidad creando desilusión, daño, desmoralización y crispación. A todo ello, se añaden acontecimientos, que entendemos como decisiones equivocadas, como es la publicación del Real Decreto Ley de medidas urgentes de RRHH en el Sistema Nacional Sanitario para hacer frente a la COVID-19 con el que se desmantela nuestro nivel profesional. Y en ese sentido nos sumamos a la preocupación del Foro de la Profesión Médica (FPME) sobre este Real Decreto que ha llevado a la Confederación Estatal Sindicato Médicos (CESM) a la convocatoria de huelga. 

Nos preocupa mucho que las autoridades sanitarias escuchen poco la voz de los profesionales que son los mayores conocedores en este momento de la situación de nuestra sanidad y de la pandemia. El capital de prestigio y legitimidad de los médicos y otros profesionales sanitarios debe ponerse al servicio de la superación de esta profunda y compleja crisis que enfrentamos; se precisa una estrategia común, y a su consecución todos deben prestar su contribución. 

Desde un principio, desde el Colegio de Médicos de Zaragoza se ha alertado a las autoridades que era imprescindible actuar con contundencia en las medidas a tomar e invertir en personal y medios de prevención. Desde la institución colegial, hemos ofrecido ayuda, ideas, infraestructuras y colegiados/as voluntarios, con escaso éxito. 

Y al final, desde las instituciones, consideramos, se han tomado medidas escasas y tardías. En los servicios asistenciales llueve sobre mojado: la Atención Primaria se satura y desborda allí donde hay transmisión comunitaria; también los hospitales pierden capacidad de atender pacientes no-COVID. La moral de los sanitarios decae. Es posible que el Sistema Nacional de Salud no salga indemne de la pandemia, salvo que se hagan muchas cosas, rápido y bien, para corregir el rumbo. 

En ese sentido, urge un sistema eficaz de vigilancia epidemiológica, con recursos y competencias en detección, rastreo y seguimiento de casos. Es esencial reforzar la Atención Primaria y conectarla con el sistema de Salud Pública. Es imprescindible re-priorizar la asistencia no-COVID, haciéndola visible en el radar de las estrategias y los planes de contingencia. 

Ante la situación actual de la pandemia por el virus SARS-COV-2, el COMZ quiere advertir a todos los ciudadanos de las duras semanas que están por venir y al personal sanitario transmitir todo su apoyo para poder soportar el enorme esfuerzo que ello va a suponer. 

A la población queremos recordar que seguimos estando ahí, que los centros de Atención Primaria están haciendo un esfuerzo enorme para atender a todos los pacientes que lo precisen, al igual que en los hospitales y en los centros socio-sanitarios. 

No obstante, para poder salir lo antes posible de esta situación se requiere la colaboración de todos y todas; es imprescindible la responsabilidad individual para preservar la salud comunitaria; de nada sirven dictar normas, si no somos responsables, todos. 

Por último, a nuestros colegiados/as, y al personal de los centros sanitarios en general, queremos enviar todo nuestro apoyo por estos tiempos tan duros que nos ha tocado vivir, pero estamos convencidos que con coordinación y trabajo en equipo, saldremos adelante. 

Atentamente: 

Junta del Colegio de Médicos de Zaragoza