Dr. Rogelio Altisent: Establecer puentes entre la bioética y la realidad asistencial para la excelencia de las profesiones sanitarias, objetivo del curso

Entrevista al director de la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza

El Dr. Rogelio Altisent, Profesor Titular de Bioética de la Universidad de Zaragoza. Y director de la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica (Universidad de Zaragoza). La XIX edición del Curso de Verano “Enseñanza e Investigación en Bioética” tendrá lugar los días 13 y 14 de septiembre. En el Colegio de Médicos de Zaragoza. Médicos y Pacientes lo entrevista:

¿Cuáles son los principales objetivos que espera lograr con esta edición del XIX Curso de Verano sobre Bioética? ¿Por qué es importante esta cita?

La idea nació hace 20 años con el objetivo de crear un espacio de encuentro entre estudiantes, profesionales y académicos. Que permita analizar y debatir experiencias de docencia e investigación en bioética y deontología profesional. El marco de un curso de verano se adapta muy bien a lograr este clima informal donde podemos intercambiar ideas y proyectos. Cada año se someten a debate aspectos novedosos siempre conectados con la realidad asistencial y con las necesidades docentes en este campo, tanto en el grado como en el postgrado de las profesiones sanitarias.

¿Cómo evalúa la evolución y el impacto del curso a lo largo de sus diecinueve ediciones?

Es una satisfacción ver los resultados y el impacto de este curso de verano durante tantos años, en los que hemos podido asistir a la génesis de varios proyectos de investigación e innovación en la docencia. Me atrevo a cuantificar en una docena las tesis doctorales realizadas en el campo de la bioética y la deontología que han sido el fruto de este curso. Juntar a investigadores jóvenes y veteranos es una fórmula de éxito asegurado. También es muy interesante la orientación que reciben los participantes de cara a desarrollar un currículo en bioética y formarse para la investigación y la docencia en bioética, así como para formar parte de comités de ética.

En su opinión, ¿qué aspectos metodológicos son más cruciales en la enseñanza de la bioética en los programas de grado y postgrado?

Lo decisivo es lograr la motivación de los alumnos. Hay que conseguir que incorporen la necesidad de la ética y los valores para ser buenos profesionales.  La metodología docente debe convertirse en el fondo en una invitación a pensar. En primer lugar, hay que tener actitud y compromiso. En segundo lugar, hay que tomar conciencia de la necesidad de reflexionar, deliberar en el equipo y consultar cuando no se ven las cosas claras.  

¿Cuáles son las áreas emergentes de investigación en bioética que considera más relevantes en la actualidad?

Me permito señalar la importancia de la investigación en Deontología Médica, que no es algo infuso en la mente de los médicos. Precisamente la bioética, entendida como disciplina académica nos enseña a razonar los fundamentos de los deberes profesionalesque se deben  adaptar a las nuevas necesidades,  y a la vez discernir lo que constituye la esencia de la profesión. En este sentido quiero felicitar una iniciativa como es el Foro de Deontología del Colegio de Médicos de Zaragoza, que desde hace años dedica todos meses una sesión a analizar un aspecto del Código de Deontología. Es muy esperanzador ver los coloquios compartidos por los estudiantes de medicina con colegiados veteranos.

¿Qué desafíos éticos considera más apremiantes en el contexto de la asistencia sanitaria actual?

Hay muchas cuestiones de interés, pero me permito señalar una, a la que deberíamos dedicar esfuerzo intelectual: la justicia distributiva en el sistema sanitario. La administración sanitaria tiene sobre la mesa decisiones tremendamente complejas a la hora de financiar recursos muy costosos para muy pocas personas. Me parece encomiable que la sociedad decida financiar estos tratamientos pero pienso que se debe tener en cuenta dos aspectos que, en mi opinión, a veces fallan: primero, que sean recursos de eficacia probada y no solo posible; segundo: que se informe con transparencia a la sociedad porque estos recursos se van a retraer de otros presupuestos, y aquí hay mucha opacidad.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los asistentes del curso y a la comunidad médica en general sobre la importancia de la bioética en la formación y práctica profesional?

Uno de los objetivos del curso es establecer puentes entre la bioética y la realidad asistencial con el fin de contribuir a la excelencia de las profesiones sanitarias. Quiero subrayar en el programa de este año la sesión sobre los cuidados paliativos como vector de justicia. Se analizará la eficiencia, también económica, de la medicina paliativa, algo donde lamentablemente nuestra política sanitaria necesita un correctivo.