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Bella Calvente, responsable de la Oficina de Cooperación Internacional y del Departamento de Cultura del Colegio de Médicos de Zaragoza, se despide de la institución para comenzar su etapa de jubilación. Hemos querido hablar con ella para que nos cuente brevemente cómo ha sido su paso por el Colegio desde que comenzara hace casi una década. Desde el COMZ le agradecemos su trabajo y dedicación y le deseamos la mayor alegría y felicidad posible en esta nueva etapa que está a punto de comenzar.

¿Qué le ha aportado trabajar en el Colegio de Médicos de Zaragoza durante tantos años?

Experiencia profesional y enriquecimiento personal al tener la oportunidad de conocer a tantos grandes profesionales, colegiados y también no colegiados, en su faceta humanística, a través del arte, de la literatura o de la música. Así como descubrir a Entidades como Cruz Roja, Hijas de la Caridad, La Santa y Real Hermandad del Santo Refugio y Piedad de Zaragoza, Asociación Phileos, Fundación Ilumináfrica, Medicus Mundi, y Fundación Vicente Ferrer, entre otras. En definitiva, conocer todo el trabajo que se desarrolla en cooperación y solidaridad.

Si tuviera que quedarse con un solo momento de los vividos durante sus años de trayectoria en el COMZ, ¿cuál sería?

Es difícil seleccionar un solo momento a destacar de estos casi diez años, pero sería la celebración, el pasado 27 de octubre, de la I Jornada de Cooperación y Solidaridad en el COMZ. Otro momento emotivo para mí, fue el ‘Rastrillo solidario de libros’ a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer, colaborando en el proyecto de compra de bicicletas para las niñas indias de Anantapur. Se entregaron a la Fundación desde la Oficina de Cooperación juguetes y más de 200 libros.

La exposición ‘Mis pinturas’ con el Dr. Antonio de Pedro, a sus 97 años, también fue un emotivo homenaje.

¿Cómo afronta esta nueva etapa que está a punto de comenzar?

Con alegría e ilusión.